Creo que es uno de los pilares fundamentales en el aula. Un buen contexto dentro de las cuatro paredes es fundamental para un buen desarrollo. En este caso, el profesor debe ser un moderador de este proceso.
Hay gente que es más propensa a participar porque sus habilidades sociales, su estatus dentro del grupo o un buen rendimiento académico hacen que esa persona participe activamente. Si lo mismo ocurre con una persona tímida, no muy popular y tiene una experiencia negativa, no volverá a participar. La autoestima es un factor fundamental aquí.
Por eso el profesor debe conocer a sus alumnos y ser capaz de conocer a sus alumnos para saber su límites y hacer que desaparezcan. Un refuerzo positivo en cada intervención conseguirá que toda la clase esté activa e involucrada, de modo que será más dinámica.
Todos hemos tenido experiencias personales que reflejen estos dos casos y sino ha sido así, compañeros que han sufrido burlas por un comentario o risas porque se pensaba que era absurdo. Ahí interviene el profesor, como intermediario de un diálogo conjunto que pretende, sobre todo, crear el respeto entre opiniones diversas ante un tema determinado.
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